Si consideras que falta mucho tiempo para el invierno como para comenzar a tomar las previsiones pertinentes para garantizar que tu sistema de vigilancia funcione de manera correcta durante esta época de clima extremo, te recomendamos volver a considerar esta situación.
Apenas faltan menos de 8 semanas para que inicie esta época del año que hace tan feliz a muchos, pero a otros ocasiona muchas preocupaciones, en especial en lo que a seguridad se refiere. Si no quieres pertenecer en este último grupo, entonces toma las previsiones necesarias para mantener tu nivel de seguridad elevado y disfrutar esta temporada.
Revisar la carcasa de la cámara exterior
La carcasa de una cámara de seguridad, sin importar el modelo que el cerrajero te haya recomendado, es la primera capa de protección que tiene el dispositivo, y ésta debe superar el calor del verano, la incidencia de los rayos del sol, la lluvia, posibles ataques delictivos, así que es ideal que revises en búsqueda de cualquier signo de daño, como grietas o abolladuras.
De igual manera, abre la carcasa de la cámara, busca y remueve signos de agua, condensación o suciedad que se hayan acumulado dentro.
Ten presente que al llegar el invierno, necesitarás remover el hielo y la nieve que se acumule en la carcasa de la cámara.
Revisar la conexión de la cámara
En la actualidad, existen cámaras con cables y otras de conexiones inalámbricas, en cualquier caso, es necesario verificar que exista una excelente comunicación entre la cámara y la central.
En cámaras alámbricas, revise el cableado y ante cualquier signo de desgaste del cable e incluso alambres expuestos, realice las correcciones pertinentes. Lo mismo aplica para los conectores, estas piezas son muy valiosas en el cumplimiento de las funciones de una cámara.
Limpiar la lente de la cámara
De igual manera que ocurre en las cámaras de los teléfonos, la suciedad presente en la lente de las cámaras de seguridad puede afectar de manera negativa en la visibilidad de la lente, incluso en cámaras de alta resolución.
Para hacer la limpieza de la lente, puedes iniciar rociando un poco de aire comprimido en la lente, así poder soplar la suciedad y los desechos. Luego, puede humedecer un paño de microfibra con agua y limpia el lente, después pasa un paño seco o deja que se seque al aire.
Cambiar la cámara si es necesario
Es importante considerar el entorno en el cual vives, si éste presenta temperaturas demasiado frías, quizás debas evaluar la necesidad de reemplazar la cámara convencional que tienes instalada, por una que esté especialmente diseñada para tolerar con éxito las temperaturas extremas de algunos climas.
Estas son cámaras que cuentan con un disipador de calor integrado, que evita el empañamiento de la lente y protege los componentes eléctricos internos, en épocas de verano intenso o invierno extremo.
Revisar la fuente de alimentación
Verifica que la fuente de alimentación de energía esté funcionando a la perfección, incluso la de emergencia, ante cualquier incidente que impida el paso de energía convencional. También es ideal que midas el voltaje que recibe tu cámara, y así garantizar que sea la adecuada, porque en caso contrario, su rendimiento podría verse afectado su buen rendimiento.